La compasión como principio que nos orienta

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Santiago Avilés Lee
Santiago Avilés Lee, profesor Departamento de Bioética

Basta mirar por la ventana de cualquier apartamento de la ciudad, leer los artículos de prensa o navegar en la web, nos encontramos en tiempos de ritmos acelerados, inundados en excesos de información, abrumados por las difíciles noticias -y las fakes-, asombrados por los avances tecnológicos y, por supuesto, crecientes exigencias académicas. Allí la compasión emerge como una competencia bioética indispensable. No se trata solo de comprender el sufrimiento del otro, sino de responder activamente para aliviarlo. En la bioética contemporánea, esta disposición se convierte en un principio que ayuda a guiar nuestras decisiones, nuestra forma de relacionarnos y la manera en que construimos comunidad, la otredad cobra valor y vigencia.  

Desde el Departamento de Bioética proponemos cultivar la compasión en la universidad, una apuesta por climas educativos y espacios de interacción más seguros y humanos que responden a los ideales fundacionales propuestos en el enfoque biopsicosocial y cultural. 

La evidencia señala que las instituciones que promueven prácticas compasivas disminuyen el desgaste emocional, favorecen la toma de decisiones responsables y fortalecen el sentido de propósito en estudiantes, docentes, personal administrativo y tantas otras personas que colaboran en la universidad. Qué mejor excusa para la bioética, entendida como esa reflexión sobre el respeto a todas las formas de vida, para ejercer su compromiso esencial de abogar por el cuidado de los demás, de todos los seres sintientes y de la naturaleza.  

Así pues, la compasión tiene una dimensión prosocial ineludible: nos ayuda a reconocer desigualdades, vulnerabilidades y asimetrías, promoviendo respuestas que buscan la solidaridad, la dignidad y la justicia. Por ello, se convierte en un sello identitario de la bioética y en un horizonte para nuestra vida universitaria y nuestra propuesta académica y formativa.  

Te invitamos a incorporar la compasión en tu cotidianidad: escucha activa, comunicación respetuosa, reconocimiento del otro y sus saberes, introspección, atención plena y autocuidado. Te invitamos a ampliar el “círculo de nosotros”, cada gesto cuenta, cada encuentro importa.  

Hagamos de nuestra cultura de la vida, su calidad y su sentido, una experiencia profundamente humana, incorporada y sentida, hagamos de nuestro transitar bioético uno colaborativo, ecuánime, bondadoso y compasivo.  

Editoriales

En un mundo acelerado y saturado de información, la compasión se vuelve una competencia bioética esencial. Te invitamos a leer este artículo que reflexiona sobre su importancia para construir comunidades más humanas y conscientes. Cada gesto cuenta: ampliemos nuestro “círculo de nosotros”.
Cada 19 de octubre conmemoramos el Día Internacional de la Bioética, recordando la aprobación de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos (DUBDH) de la UNESCO en 2005.
Contra el genocidio y en defensa del Derecho Internacional Humanitario.
El 54 % de la población colombiana se encuentra en inseguridad alimentaria en el hogar, de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional más reciente. Esto quiere decir que millones de colombianos no tienen acceso a alimentos nutritivos, en buenas condiciones, para satisfacer sus necesidades, sus preferencias, y llevar una vida sana y activa. 
La bioética enfrenta desafíos a largo, mediano y corto plazo, con y sin pandemia. Necesitamos fortalecer la educación en bioética en las universidades, en los diferentes planes de estudio, así como en otros ámbitos educativos; es evidente que estos y otros retos no se limitan a las profesiones de la salud. También se hace imprescindible que se gestionen todas las condiciones necesarias y oportunas para que los comités o las comisiones nacionales e internacionales en bioética puedan ejercer su la
Los murciélagos han sido asociados con el origen de la pandemia de COVID-19. Aunque no hay pruebas concluyentes de que estos animales hayan iniciado la cadena que terminó contagiando a los seres humanos, en China ya se están tomando fuertes medidas en relación con estos animales. Sin embargo, estas medidas no sólo afectan a los murciélagos, sino que también traen serias consecuencias a nivel ecosistémico y económico. Esta infografía presenta un análisis bioético del caso.